Caminante

La mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestra vida en un solo lugar, un solo país...

Crecemos viendo lo que para nosotros es común, normal. Pero depende de dónde nos encontremos, lo que para algunos es común, puede ser algo completamente maravilloso para otros. Es decir, todo es cuestión de perspectiva.

No quiere decir que no apreciemos el regalo de nuestro nacimiento, o nuestro origen...pero la verdad es que cuando lo común se vuelve rutinario, se vuelve nuestro día a día, dejamos de darle tanta importancia.

Así, quienes nacimos en una latitud media, "el ecuador" le llaman algunos, nos acostumbramos a no tener grandes cambios de temperatura, de estaciones...El calor es parte de nuestro día y a día, y el "frío" es solo un pequeño altibajo de nuestra rutina.

Ahora, aquellos que están un poco más arriba o más abajo en el hemisferio, crecen viendo cómo cada 3 meses el cielo va cambiando de color, meses de frío y otros de calor...y así la rutina se vuelve otra. Nos acostumbramos al cambio, y éste pasa a ser algo normal.

Pero cuando emigras te das cuenta que lo que es normal para ti, puede ser impresionante para otros, y viceversa. Queremos ir constantemente a lo desconocido, a lo que escapa de la normalidad, sin darnos cuenta que dónde quiera que estemos hay maravillas que descubrir.

Así que disfrutemos del frío, del calor, de la montaña, del mar,  del bosque o de la ciudad; disfrutemos de las estaciones, de los colores del cielo...Disfrutemos de nuestro día a día!

Y como no? Salgamos a buscar lo que es diferente, pero apreciando lo que tenemos a la mano.

La felicidad puede estar en tu balcón de siempre, en tu té de las mañanas, en las calles que caminas a diario, en los abrazos de tus amigos, o en el beso de tu pareja. 

Solo alza la mirada como un niño. Recordemos como se siente ver maravillas en cada cruce, en cada camino, en cada día..

Disfrutemos del camino...Hoy es el presente, el mañana será sorpresa.

AD💫

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